viernes, 31 de agosto de 2012

laments wall



Eres judío?
Sí - le dije al rabino ajustándome la kipá
...
Y no paraba de seguirme.
...
Seguro?
Bueno, no.


El señor Paco Porras, más listo que el hambre, le preguntaba a un policero la noche anterior que "where is the laments wall?" El policero se encogió de hombros y solo le faltó contestarle "ni flauers". 

Quería llevarse una petición de deseo del muro a modo de recuerdo. "Es muy fácil,  haces como que dejas una pero en verdad la coges" (mira que es listo el tío...). 
Pero claro, estaba en hebreo y no sabía lo que ponía.

Tranquilo, para eso está Rita...

Pacooo, no te encontraste un papelito "en el suelo"?? dáselo a Rita para que lo traduzca, anda...
Ah... sí.. estooo.. no sé dónde puede....  toma, aquí está.

Nada, es una petición de salud para un familiar. Pero esto no se puede coger del muro, Paco. Me lo quedo y lo dejaré donde estaba.

Unos metros más adelante, se encontró dos balas en el suelo. Sí, dos balas de un fusil de asalto tipo cetme, dos vidas salvadas. Pero el listo se las dio en mano al primer militar que pasaba.

Y todas las cosas quedaron igual que estaban, el wall, el deseo, el arma cargada, los dos muertos y el laments de Paco.

miércoles, 29 de agosto de 2012

lunes, 20 de agosto de 2012

ali vs frazier


Fue catalogado por los expertos como el mejor combate de la historia. Se presentaba como el acontecimiento deportivo más importante del siglo y no faltaban razones. En el tercer combate entre los pesos pesados se juntó la venganza con el odio visceral que se tenían. Un odio que arrastraban de años atrás.

Todo empieza cuando Ali se niega a hacer el servicio militar. Es sancionado retirándole el título mundial y le prohíben subir al cuadrilátero durante tres años. Frazier se convierte así en el nuevo campeón. Ali, alardeando con fanfarronerías y haciendo uso de su verborrea, lo desprecia continuamente en público diciendo que él es el auténtico campeón.

Con este clima se presentaba el primer combate, dos enemigos invictos frente a frente. 15 rounds pactados de los cuales, según Ali, no iban a pasar del sexto. La brutalidad de la pelea se recuerda en los anales de la historia del boxeo. Se llegó a los quince asaltos y ganó Frazier por puntos. Se tomaría así su respuesta a los ataques continuos los días previos al combate. Ali se daría cuenta por primera vez que era humano aunque nunca admitió del todo su derrota denunciando haber sido víctima de un complot arbitral.

El segundo enfrentamiento se produciría tres años después llegando a los doce asaltos. En esta ocasión ganaría Ali por puntos y a la pregunta de los periodistas diría que esta vez los árbitros sí que habían estado acertados.

El tercer combate, un año después, fue de dimensiones épicas. Ali se presentó en Manila dos semanas antes luciendo el cinturón de campeón por toda la ciudad. Y no se hicieron esperar sus ataques a Frazier, al que llamaba ignorante y gorila. Se presentaba de sorpresa donde entrenaba mofándose de su técnica y lanzándole sillas. Hasta se acercó al hotel donde se hospedaba amenazándole con una pistola. Frazier optó por irse a las afueras de la ciudad para centrarse únicamente en la pelea.

Fue una lucha épica, recordada por lo cerca que estuvieron los dos de morir como así lo reconocerían más tarde. Llegaron a los catorce asaltos empatados en puntos, Frazier totalmente ciego, Ali con todos los órganos tocados. Cuando sonó la campana el entrenador de Frazier tiró la toalla. Pero jefe, le quiero ganar, dijo. Siéntate hijo, nadie olvidará jamás lo que hiciste hoy aquí. Al pitar el árbitro Ali se desplomó al suelo. 

Las secuelas del combate marcarían a los dos boxeadores de por vida. Frazier recuperó la visión total al año y medio, para Ali fue el principio del fin de su carrera. Ninguno de los dos volvería a ser el mismo. 

Treinta años después Ali pidió disculpas públicamente por cómo se comportó en el fair play aunque Frazier jamás se lo perdonó...


viernes, 10 de agosto de 2012

martes, 7 de agosto de 2012