martes, 29 de noviembre de 2011

El zorro del desierto

No hay duda entre los historiadores de quién fue el mejor estratega de la Segunda Guerra Mundial. Las hazañas conseguidas en el norte de África al frente de la 7ª división panzer y posteriormente con el Africa korps convirtieron a Rommel en una leyenda. Tanto es así que hasta el general Eisenhower tenía un poster de su archienemigo en el despacho como muestra de admiración.
Condecorado con la cruz al mérito y ascendido a mariscal de campo, Rommel pasó a dirigir la defensa de la costa francesa. Todos conocemos la fortificación que esperaba al ejército aliado si lograba desembarcar. Y eso, pese a que intuía que la entrada sería por Normandía y no por el norte donde el escudo fue mayor, y pese a que Hitler ordenó situar las divisones de acorazados en un punto que trastocaba todo el plan de defensa.

Pero lo más admirado de Rommel no fueron precisamente sus proezas militares. La convención de Ginebra decía que a todo prisionero de guerra se le debía dar un trato humano, sin represalias, protegerlos contra todo acto de violencia, etcétera. Y ese es el trato que recibieron los miles de prisioneros que cayeron en sus manos. Quizá por eso sentía vergüenza del trato que ofrecían sus camaradas en el frente del Este. Fue también uno de los pocos mandos alemanes que se negó a aplicar la kommandobefehl, una orden que obligaba a ejecutar inmediatamente a cualquier comando que traspasase las líneas enemigas. 

Una supuesta traición hizo que apareciera su nombre en la lista de los cabecillas que atentaron contra Hitler.  Acabó suicidándose para evitar represalias a su familia. 

Un hombre con principios militares que se definía a sí mismo como un soldado profesional, con un código de honor y respeto al adversario que le honrarían para siempre.


8 comentarios:

Esilleviana dijo...

No conocía esta historia/biografía; será que con facilidad generalizamos e incluimos a todos los nazis en la misma categoría.

por tanto, me resultó un post curioso y formativo.

un saludo

Valaf dijo...

Desconocía esto que dices. Como siempre, las generalizaciones son el camino facil y recto.

El Nazismo constituyó uno de los episodios más canallas de la historia, aunque no el único, claro. Pero el caso que sacas a la luz sirve para explicitar lo complicadas que pueden ser las cosas, y las conclusiones equivocadas a las que se llega cuando no nos molestamos en profundizar en ellas.

Por lo que dices, Rommel sirvió al Nazismo aunque su psicología no era Nazi. Fácilmente pudo estar entre la espada y la pared, consciente de la clase de monstruos a quienes servía y consciente de las represalias que su familia podía sufrir caso de "rebotarse". Si intento ponerme en sus botas, la situación es dramática.

Ep, se me olvidaba: escribes de puta madre.

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
mágico dijo...

Sabemos de sobra las atrocidades que cometieron los nazis, más cuando la mayoría de ellas las hicieron fuera del campo de batalla, cruelmente y sin piedad ante gente indefensa.

Aunque también el ejército aliado y los soviéticos cometieron crímenes mientras liberaban Europa, bien por venganza o por odio.

Es fácil saltarse las reglas del juego cuando has sufrido injusticias, vas armado y te ampara
tu bandera.


Un saludo, Esilleviana.

mágico dijo...

Era militar por encima de todo. Dicen que lo único que había leído en su vida eran libros de tácticas de combate y las cartas de su esposa.
Por otro lado, no se dio de alta en el partido nazi nunca y sentía desprecio por ellos. Eso confirmaría lo que dices de la espada y la pared. Y que era muy consciente de la locura de Hitler.

...

Hacer un pequeño resumen en plan periodístico no tiene mérito, menos cuando hay mil referencias donde cogerse.

mágico dijo...

La verdad es que no está nada claro, hay pruebas a favor y otras en contra. En canal historia defendían su no implicación, en la bbc lo contrario, en wiki detallan las dos versiones. ¿?

Tanto una u otra le honran. Pero motivos no le faltaban.

Besets

mientrasleo dijo...

Este tema me apasiona desde el contexto histórico, no del novelado. Y conocía la biografía y leyenda de Rommel.
Es bueno saber ver todas las caras.
Un beso

mágico dijo...

Difícil diferenciarlas a veces, más cuando muchas veces son los historiadores quienes crean la historia.

Pero entiendo lo que dices y te doy la razón, cuantas más caras y versiones de los hechos, mejor. Debemos sacar siempre nuestras propias conclusiones.


Besos.