miércoles, 10 de febrero de 2010

el coleccionista

Pagó la cerveza y salió del bar. Calle abajo, vió una multitud de vecinos y un coche de policía que rodeaban a un chico desnudo. Salió corriendo hacia allí y dijo que ese chico era su amante y que estaba alchoholizado. Por alguna razón, la policía creyó la historia y los acompañaron al apartamento. Pero el chico, aturdido y sin poder hablar, se resistía a entrar. Forcejearon un poco y lo sentaron en una silla. La policía salió corriendo del hedor que desprendía el apartamento. Era mayo de 1991, y el chico, Sinthasomphone Konerak de 19 años, moría estrangulado poco después a manos de Jeffrey Dahmer. Sería la víctima número 15.
Lo que impidió al muchacho a hablar era el ácido que le había inyectado Dahmer en el cerebro a través de unas trepanaciones. Quería tener el control sobre sus víctimas, convertirlos en una especie de “zombies”, totalmente serviciales y que le hiciesen compañía.
Solía invitar a los muchachos a su casa para ver pornografía, les ponía droga en la bebida y los estrangulaba. Se masturbaba encima del cuerpo. Luego hacía fotos del cuerpo de cada etapa del desmembramiento. Utilizaba ácidos para deshacer la carne y los huesos, pero solía conservar los genitales, las manos y la cabeza. También practicaba necrofilia y canibalismo.
Si hubieran registrado el apartamento en ese momento hubieran encontrado tres cadáveres en una de sus habitaciones, cráneos, y miles de restos de sus víctimas esparcidos y guardados como tesoros.

Aludiendo al comentario de Esther del anterior post (también el motivo de escribir este), Dahmer no estaba loco: pasó con nota todos los tests psicológicos. Aparte, tenía conciencia de lo que hacía y mostraba arrepentimiento.

2 comentarios:

Cineverch dijo...

What´s happ, bro?
Te voy a recomendar, por enésima y última vez, "Dexter", sin duda alguna la mejor serie de todos los tiempos. Empieza, of course, por la primera temporada...
Buen blog.

mágico dijo...

ok, si la tienes me la pasas el domingo. Además ya no tenemos nada para ver....
Nos vemos, brother!